
Recibí hace unos meses una llamada de Marinieves Noriega de Autrey, mi socia de otros tiempos, allá a principios de siglo, cuando emprendimos juntos un proyecto para relanzar Viceversa. Nuestra sociedad empresarial, desgraciadamente, por razones que no vienen el caso, no pasó adelante y muy pronto debimos suspender la publicación de la revista, cosa que sucedió en mayo de 2001, cuando salió a la calle el último número.

Casi veinte años exactos después, hace unos meses, Marinieves me buscaba por teléfono para comunicarme que por culpa de la pandemia se había visto en la necesidad de abandonar el lugar donde llevaba un cuarto de siglo haciendo revistas, señaladamente la magnífica Arqueología Mexicana, para irse a otras oficinas, más pequeñas. Por esa razón, debía aligerar todo lo posible la bodega. Como en esa bodega había materiales pertenecientes a la vieja Viceversa, se preguntaba, me dijo, si me interesaría recuperarlas. Imagínese mi respuesta.


Esos materiales eran básicamente tres grupos de objetos, cada uno más valioso que el otro: unas treinta y cinco o cuarenta pequeñas cajas con ejemplares de la revista, perfectamente etiquetadas y en orden (por número de entrega); cinco cajas más, negras, grandes, con el archivo fotográfico íntegro de la revista, organizado en orden alfabético por nombre de autor, tal como siempre lo tuvimos; por último, unos veinticinco paquetes nuevos con los ejemplares que nunca se distribuyeron de Visitas guiadas de Gerardo Deniz, el extraordinario libro que Gatuperio Editores producía en el año 2000, en el momento en que Marinieves y su marido, Sergio Autrey, me compraban el ochenta por ciento de las acciones de la modesta empresa editorial que hacía la revista.

Cada uno de esos obsequios, que le he agradecido infinitamente a mi antigua socia (y vuelvo a agradecerle desde aquí), ha sido una felicísima inmersión en el pasado. Los ejemplares de la revista los sacaremos en cuanto la pandemia nos lo permita y las pondremos al alcance del público, ya veremos de qué modo. El archivo fotográfico, un auténtico tesoro en el que hay un brillante retrato del México de los años noventas, merecerá sin duda todo género de reflexiones, comentarios y publicaciones. En 2022 se cumplirán 30 años de la fundación de Viceversa: una buena manera de celebrarlo podría ser un volumen fotográfico armado con las imágenes de ese archivo, un libro colectivo compuesto por el trabajo de infinidad de fotógrafos nacionales y extranjeros cuyo tema principal sería cómo fue la cultura mexicana a finales del siglo XX.



Quizás lo que más placer me ha provocado editar en mis años como profesional de la edición es Visitas guiadas, libro en el que Gerardo Deniz expone los ingredientes con que fueron cocinados 36 poemas de su autoría. Estoy seguro: es uno de los libros más originales de toda la poesía hispanoamericana. Pronto dedicaré una entrega de este blog a contar su historia, explicar por qué estoy convencido de que se trata de una joya y exponer las razones por las cuales me produce una inmensa alegría volver a él.

Aprovechando la pequeña organización de Cataria ediciones, heredera de nuestra antigua editorial, pongo a disposición de los amigos interesados los primeros ejemplares (para solicitarlos, sólo hay que escribir pidiendo información a catariaediciones@gmail.com). Curiosa, singular experiencia la de recibir un libro publicado hace 21 años como si llegara directamente de los talleres de Rebosán, en los paquetes originales cerrados en los que salió esta misma mañana de imprenta.

Me alegra mucho que hayas recuperado parte de tu piel. En esta casa Viceversa siempre tuvo un sitio en el librero.
Abrazos
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¡Un abrazote, querida Dulce!
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