
Se apellidaba Asuaje, no Asbaje; es necesario seguir considerando el 12 de noviembre de 1651 como su fecha de nacimiento, hasta que no se compruebe otra cosa; su familia gozaba de posibilidades económicas y no carecía de relaciones sociales de importancia; fue sincera su vocación religiosa y nunca hubo nada parecido a una conspiración del aparato eclesiástico contra ella ni mucho menos fue víctima de una encarnizada escaramuza política entre jerarcas de la Iglesia.

Hasta antes de esta semana, sólo una vez había tenido en las manos un ejemplar de Sor Juana Inés de la Cruz, Doncella del Verbo, la biografía de la monja y poeta novohispana del siglo XVII de Alejandro Soriano Vallès, donde leo todo eso. Fue a finales de 2015, en la casa de mi amigo, el gran paisajista Ernesto Alcántara, en Nepantla (¿dónde más?). En aquella fugaz ocasión, por suerte, su hija, la fotógrafa Martirene Alcántara, quien me acompañaba en la visita, me hizo (sin darme yo cuenta) una pequeña serie de tres fotos del largo rato que pasé inspeccionando aquel ejemplar, por cierto muy anotado, intervenido con marcas, subrayados, separadores, incluso dibujos trazados en los márgenes de sus páginas, todo ello prueba fehaciente del interés con el cual había sido, más que leído, estudiado por su propietario.

Foto: Martirene Alcántara

por Daniel Betanzos para Excélsior.
Foto tomada de la red
Y es que hace no mucho, poco antes de entrar al aire, cuando entrevisté a Soriano Vallès sobre “la leyenda negra de sor Juana”, como se refiere él mismo a la campaña a favor de una lectura negativa del papel de la Iglesia en la vida de la poeta novohispana, le hablé al biógrafo de la célebre monja jerónima de la existencia de esas fotos. Las recupero esta semana y las reproduzco más abajo para celebrar que he recibido y leo estos días con verdadero interés acaso el último ejemplar de aquella primera edición, aparecida en 2010 en Hermosillo bajo el sello de la Editorial Garabatos, agotada ahora, precisamente cuando se anuncia la segunda edición de ese libro.

Rodríguez Garrido. UNAM, 2004
Es importantísimo el trabajo que Soriano Vallès ha realizado durante los años recientes, por la pasión y la consistencia puestas en él, desde luego, pero sobre todo porque lo ha hecho a partir de los últimos descubrimientos sobre Sor Juana, los cuales han sido sistemáticamente despreciados por la academia, que sigue empeñada en defender una idea acorde con sus intereses ideológicos. Leyéndolo a él, tenemos una imagen bastante cercana de lo que debe de haber sido su vida y el modo en que influyó en ella la atmósfera cultural de su tiempo.

(Añadido de último momento: según me entero unas horas antes de publicar este post, en breve aparecerá también una edición del propio Soriano Vallès del Primero sueño sorjuanino. El volumen, profusamente anotado, será publicado por la Secretaría de Cultura del Estado de México y se presentará en la próxima Feria del Libro de Minería.)



Más sobre Ernesto y Martirene Alcántara en Siglo en la brisa:
Reencuentro con Alcántara, http://bit.ly/1Q7ANPP
Alcántara, obra escultórica, https://bit.ly/2DYNOuj
Alcántara, 1986, https://bit.ly/2mC1kyc
Croquis de Carlos Mijares,http://bit.ly/1F5bZ71
Sobre una escalera de Barragán, http://bit.ly/1Q43fm2
Martirene en Nueva York, https://bit.ly/2WG3nOD