
Hace un mes, el gran poeta Eduardo Lizalde dedicó hasta siete cápsulas de su serie radiofónica Contrapunto a comentar los dos textos celebratorios de su obra que, con motivo de los 90 años que cumplió el 14 de julio pasado, incluyó la revista Luvina en su entrega del último otoño. El primero de ellos es un inteligente ensayo de mi colega Armando González Torres; el segundo, la extensa entrevista que le hice yo mismo quince días antes de su cumpleaños, la víspera por cierto del día del homenaje que le rindieron sus compañeros de la Academia Mexicana de la Lengua en la Capilla Alfonsina de la Ciudad de México.

La parte más destacada por Lizalde en sus breves comentarios radiofónicos fue el momento de la conversación en que expuso las razones por las cuales ha decidido retocar la famosa traducción de El cementerio marino, el célebre poema de Paul Valéry, que en 1929 (año por cierto de nacimiento del nonagenario poeta mexicano) dio a conocer Jorge Guillén, y que hoy sigue siendo la más conocida y acaso celebrada de cuantas se han hecho al español. (Por cierto, en días recientes El Periódico de Poesía que dirige Hernán Bravo Varela dio a conocer un fragmento de una recientísima nueva versión, hecha por un joven poeta mexicano.)
Reproduzco ese momento exacto de la plática, para que lo conozcan quienes siguen este blog. (Las fotos que acompañan este post fueron hechas el día mismo que lo entrevisté. En ellas, el poeta hojea mi ejemplar de la segunda edición de su extraordinario poema Algaida, editado por Conaculta en 2009.)



la revista Luvina en el otoño de 2019. Foto: FF
—¿Y trabajas en alguna cosa estos días? ¿En algún texto literario?
—En todo lo que puedo. Que no termino nunca. [Deja a un lado el ejemplar de Algaida] Ahorita estoy haciendo una nueva versión de El cementerio marino, producto de unas discusiones con Octavio Paz. Y cuento mi historia. Hace como cuarenta años le dieron el premio a Octavio en Minería, y a Buñuel. Salimos juntos con nuestras mujeres a caminar por el Centro. “Vámonos hay mucha gente aquí”. Fuimos a un bar de por ahí del pasaje de Sanborns y volvimos a la discusión. Con Octavio era siempre discusión, siempre una tarea tremenda, de todo el día. Conversación larguísima, dialéctica. Y diálogo. Yo le pregunté: “A ver: El cementerio marino… ¿por qué nunca lo tradujiste?” Me contestó: “No me habías preguntado eso nunca. Me lo ha preguntado mucho mucha gente. ¡Pero no puedo! Porque es un atentado hacerlo”. El cementerio marino, la traducción la hizo Jorge Guillén junto con Valéry. Jorge Guillén, que ya era un poeta muy célebre, pero por supuesto cuarenta años más joven que Valéry, y Valéry pues era el poeta francés más importante del mundo. Entonces dice Octavio: “Tratar de traducir El cementerio marino, que ya hizo con perfección absoluta Jorge Guillén, ese gran poeta, es inútil”. “Sí”, le dije, “pero no es fiel al poema…”
—Es decir, Paz pensaba que la traducción de Jorge Guillén era perfecta y que no había nada más que hacer.
—“Bueno, pero además está hecha por los dos”, dice. “Meter la mano en eso es un poco un acto herético”. Y en la Academia, hace poco, hice una lectura de esa traducción de Valéry, que fue hecha en el año que yo nací, en el 29 exactamente. Es un acto herético, pero lo estoy cometiendo, aunque no me voy a enorgullecer de eso porque naturalmente Jorge Guillén escribía muy español [en el español de España], y la traducción del poema, al oído de Valéry, era muy convincente… Pero ni Jorge Guillén ni Valéry hablaban el mismo español que nosotros ¿no?
—…
—De principio, hay un error de sentido [dice, en francés]: “Ce toit tranquille, où marchent des colombes / Entre les pins palpite, entre les tombes”… “Ese techo tranquilo en que ambulan palomas”. “Ambulan”, “marchan”. “Où marchent des colombes”: “En que marchan las palomas”.
—Y Guillén traduce: “Ese techo, tranquilo palomas”. Se salta el verbo.
—No, el problema es que no hace el ruido de la marcha de las palomas, que es lo que agita las tumbas y los pinos. Desde el primer verso hay problemas.
—Y luego la intención de Guillén de ajustar el poema en endecasílabos…
—Claro. Yo lo hago en alejandrinos, queda mejor que en endecasílabos. Pero a Valéry le sonó bien, y está muy bien, pero el sentido no es exacto. Y no nada más en esos versos, en muchos otros. Ya verás la traducción completa, que la voy a publicar, por supuesto.
—Tu idea es corregir el texto que ya existe, ¿verdad? No hacer algo nuevo.
—El de Guillén, sí. Lo voy a publicar como una curiosidad, o cuando menos como una crítica a Guillén, que no se iba a poner a discutir con el poeta su propio poema ¿no?
—Me imagino que era una buena experiencia discutir con Octavio.
—¡Hombre, espléndida! Era una aventura.
—¿O él quería tener siempre la razón?
—¡No! Él se cuestionaba todo el tiempo y era un hombre de una agilidad y una inteligencia impresionantes.
—…
—Porque hay varias versiones, claro [al español, del poema de Valéry]. La de Mariano Brull, la de Pérez Hermosillo, muchas otras, y todas afrontan las mismas dificultades de traducción. Un poema muy complicado.
—¿Por qué es tan complicado?
—Pues porque hay muchas cosas que no pasan al español y que no se pueden traducir sin deformar un poco el texto original. Ya leerás el poema, lo voy a publicar entero.
—¿Dónde vas a publicarlo?
—En donde se pueda. No importa.
[…]

Foto: Lucirene Castellanos

Más sobre Eduardo Lizalde en este blog:
Homenaje en la FIL, https://bit.ly/3468kEQ
Adjetivos de Algaida, https://bit.ly/2HvA2kC
Qué amena conversación y qué nutrida por detalles de muchos grandes personajes. Me queda claro eso de que don Eduardo ha conocido a todo el mundo. Y muy significativo el comentario sobre los poemas póstumos de López Velarde… Quién sabe las genialidades que hubiera hecho de haber vivido más. Muchos años tengamos al Tigre, un gusto ver que está en gran forma física y mental. Saludos.
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Gracias por el comentario y muchos abrazos.
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Buena tarde, muchas felicidades por su gran publicación. Me permito molestarle con lo siguiente; el día de hoy 15 de junio 2020, he escuchado en la radio el Contrapunto del señor Lizalde pero no lo escuche muy bien, ¿me podría usted ayudar a saber si hay algún sitio de internet para escucharlo? por su atención muchas gracias y saludos.
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Fíjese que me parece que no existe ese lugar. Como sea, déjeme ver si puedo conseguirle algún correo para que haya usted la consulta sobre el programa que le interesa. Gracias por escribirme y un fuerte abrazo.
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