
El año velardiano se resiste a morir, y de último momento, prácticamente in extremis, nos trae todavía un obsequio más, uno especialmente apetecible y provechoso. Cuántos precedentes de un trabajo de esta naturaleza haya en la historia de nuestra literatura, es algo que yo no podría decir. Hasta donde entiendo, es un caso único el del objetivo que Carlos Ulises Mata se propuso y ha conseguido sacar adelante: revisar al milímetro la edición más importante de la obra de López Velarde (la más importante por tratarse de la única que reúne todo lo que tenemos del poeta), para localizar cuanto urge corregir inmediatamente. Ya hemos adelantado, sobre todo a lo largo de 2021, en distintos foros y diversas maneras, algunas de sus conclusiones, en particular las que tienen que ver su resultado, producto del amor a la precisión y el buen ojo: los más de 800 errores, erratas y problemas de todo tipo que acumulan las Obras de Ramón que están en el catálogo vigente del Fondo de Cultura Económica.

Observaciones a las Obras de Ramón López Velarde, como se llama el volumen, acaba de aparecer en Guanajuato en una edición en prensa digital de 234 páginas y apenas 33 ejemplares (número que hace un guiño a la poesía y la biografía velardianas), de los cuales felizmente poseo, desde la tarde de hace dos días, antepenúltima de 2021, dedicado por su autor, el número 11.

El libro, nos dice Mata y sabemos sus amigos, no es sino un capítulo de otro más grande y ambicioso, que habrá de llamarse Órbita de López Velarde. Fue formado por Benjamín Valdivia y terminó de imprimirse la segunda semana de diciembre 2021. Ilustra su cubierta el retrato a línea del poeta que sirvió de portada al fascículo correspondiente al mes de julio del Calendario de Ramón López Velarde publicado por la Secretaría de Educación Pública a lo largo de 1971. Felicidades al autor, y especialmente a nosotros, que contamos desde ahora con un instrumento que nos permitirá apreciar en mejores condiciones el legado de López Velarde.
