Con David Huerta no sólo se ha ido un enorme poeta; muchos jóvenes han perdido a un maestro insustituible, único; los que tuvieron la suerte de tratarlo en persona, a un amigo sensible, especialmente generoso; algunos más, entre quienes yo me cuento, a un hermano mayor.

David, en uno de los mejores retratos de su juventud. Es obra de Rogelio Cuéllar y fue hecho alrededor de 1980, cuando el poeta rebasaba apenas los treinta años.

Me queda, nos queda, la huella que dejó en los lugares donde estuvo; aquí, por ejemplo, en este blog: también en las páginas de Siglo en la brisa ha quedado el registro de su paso, en los muchos rincones donde aparecen su nombre, su obra, sus puntos de vista, su imagen.

David, fotografiado con su amigo Antonio Deltoro en el restaurante Bellinghausen,
el 28 de julio de 2016. Foto: FF

A continuación, una lista de las entradas de Siglo en la brisa donde también pervive David, con los enlaces que llevan a ellas. Publico estas 13 ligas el día de hoy, 8 de octubre de 2022, apenas cinco días después de su partida, cuando el poeta hubiera cumplido 73 años.

David Huerta en Siglo en la brisa

David y Verónica, delante de la cámara de Benjamín Alcántara en 1994. Archivo de Viceversa.

1. Tres retratos de su persona, dos de ellos en compañía de su esposa, la escritora Verónica Murguía, hechos por Benjamín Alcántara en 1994, fueron publicados en ese post que habla de los tesoros conservados en el archivo de la revista Viceversa.

David, contra un muro de la calle de Mazatlán, de la colonia Condesa de la Ciudad de México, en marzo de 2016. Foto de FF.

2. Acababa de aparecer Las hojas (sobre poesía), el libro más importante de ensayos sobre poesía de David, que tuve la fortuna de editar, cuando anunciamos su salida de este modo.

El 20 de abril pasado, a las puertas de la librería La Torre de Lulio, en la Ciudad de México, con nuestros amigos Luis Vicente de Aguinaga y Carlos Ulises Mata. Foto: archivo de FF

3. Apasionada defensa de la tradición: este ensayo fue leído en la presentación de El vaso de tiempo, el libro de espléndidos ensayos literarios de David publicado por Vaso Roto.

Grupo de amigos poetas y pintores, en la ciudad de Querétaro, en diciembre de 2021. David, de pie, tercero por la derecha, entre Ernesto Lumbreras y Gabriel Macotela. Federico de la Vega es el tercero de la hilera de abajo.

4. Nuestro amigo Federico de la Vega nos invitó a proponer cinco poemas de David para un homenaje en 2019 por sus 70 años de vida, poco después de que le fuera concedido al poeta el premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el más importante galardón literario del país.

David, en casa de Federico de la Vega y Diana Rodríguez, en Querétaro, después de la comida final del encuentro velardiano de poetas y pintores. Al fondo, el poeta Jorge Esquinca. Diciembre de 2021. Foto de FF

5. En los azules botareles de aire: la vista de los característicos contrafuertes de la iglesia de Santa Rosa de Viterbo, en la ciudad de Querétaro, me hizo recordar el modo en que David evocó un bello verso de José Gorostiza, uno de los poetas que más y mejor conocía.

El bajel de cristal que está en la iglesia de San Francisco, en la ciudad de San Luis Potosí, al que López Velarde dedicó un poema, sirvió de pretexto a David para escribir una página a imitación del poeta de Jerez. Foto: FF

6. Diálogo con López Velarde: poeta especialmente talentoso, dueño de un registro literario amplio, lector atento del escritor zacatecano, David imitó el estilo del poeta de Zozobra en una serie de poemas que tituló «Cuaderno de Jerez».

David muestra a la cámara la edición de Mansalva de la correspondencia de Perlongher. Estamos en una cafetería en la calle de Dakota, colonia Nápoles, a unos metros de su casa. Fue en el verano de 2017. Foto: FF

7. Evocación de Néstor Perlongher: en 1992, David participó en una lectura de poemas en la Universidad de Nueva York (NYU) en la compañía de algunos otros brillantes poetas, entre ellos el autor del poderoso poema «Cadáveres». El encuentro con el argentino dejó en el mexicano una impresión duradera, tal como cuenta en esta evocación de los hechos escrita especialmente para Siglo en la brisa.

8. De paso por Buenos Aires, David dio con una edición de la correspondencia de Perlongher, publicada por la editorial de nuestro amigo Francisco Garamona, Mansalva. Lo que encontró en sus páginas es el tema de esta entrega de mi blog.

En marzo de 2017, durante el homenaje Incurable, libro de cuya aparición se cumplían entonces tres décadas. En la foto superior, lo acompañan Elsa Cross y Coral Bracho. A la izquierda de la imagen de abajo, Emiliano Álvarez.

9. El 8 de marzo de 2017, un grupo de amigos y yo hicimos un homenaje a Incurable, uno de los libros más importantes de David, de cuya aparición se cumplían entonces tres décadas. Fue en la escuela de escritores que dirigía el poeta Arturo Córdova Just. Aquí la crónica de lo ocurrido ese día.

Primera edición de A la salud del incurable, libro-homenaje coordinado con Carlos Ulises Mata para la Universidad de Guanajuato. Apareció en 2018.

10. En 2018, Carlos Ulises Mata y yo coordinamos un libro en homenaje a Incurable que reunió textos de amigos cercanos y estudiosos de su obra, entre quienes estaban Coral Bracho, Elsa Cross, Luis Vicente de Aguinaga, Josué Ramírez, Hernán Bravo Varela, Lázaro Tello y Emiliano Álvarez. El libro fue publicado por la Universidad de Guanajuato con el título de A la salud del incurable. La segunda edición, con una portada diferente, vio la luz en 2020.

David, en la clásica foto con Juan Almela (Gerardo Deniz), retratados en las oficinas de Siglo XXI. Archivo de FF

11. En agosto de 2014, día que cumplió 80 años, hicimos un homenaje a Gerardo Deniz, en el que David participó, como siempre entusiasmado cuando se trataba de su viejo amigo. Para esa ocasión preparé un post sobre lo que había aparecido en este blog sobre aquel escritor que fue crucial para nosotros.

David en los tiempos en que fue Poet in Residence de la Universidad de Bucknell, en Pensilvania. Foto de Debra Cook / Archivo de Viceversa.

12. Viviendo en el campus de la Universidad de Bucknell, en Lewisburg, Pensilvania, en donde pasé dos semestres por invitación de David, escribí un poema sobre 19 llamativas imágenes de la vida norteamericana. Cuando lo publiqué, en El Semanario que dirigía José de la Colina, se lo dediqué a mi amigo poeta.

David, entre Chico Magaña y Federico de la Vega, en Querétaro, en diciembre de 2021, en la exposición de primeras ediciones de López Velarde organizada por el segundo de ellos. Foto de FF

13. Curiosidades persianas: en 2020, dos editores amigos, Francisco Magaña y Eduardo Ainbinder, uno en Tabasco y el otro en Buenos Aires, manifestaron su deseo de publicar el ensayo sobre las fuentes de Saint-John Perse que Gerardo Deniz dejó fuera de su prosa reunida. En los meses siguientes aparecieron ambas ediciones, acompañadas de un mismo epílogo escrito por David especialmente para esa ocasión.

Divertido, David muestra a la cámara el travieso ex libris de Sergio Fernández. Librería El Hallazgo, colonia Condesa de la Ciudad de México. Foto de FF

2 comentarios en “Presencia de David Huerta

Deja un comentario